Madame Butterfly, uno de los trabajos de nuestro estudio de diseño de restaurantes en colaboración con Marta Banús.

Quiero abrir un restaurante: ¿por dónde empiezo?

Llevas un tiempo sofriendo la idea en tu cabeza y, por fin, estás preparado para meterla al horno: vas a abrir un restaurante. Tu restaurante. ¿Qué locura, no? Las mariposas te pegan ñascos en el estómago y las dudas dan saltos en tu coco como las palomitas en el microondas: ¿por dónde empiezas? Te contamos todo lo que necesitas saber para empezar diseñar tu restaurante soñado. 3, 2, 1 …

Montar un restaurante. ¿Por dónde se empieza? La lista de tareas es tan apabullante que abruma (buscar un local, definir una carta, aclararte con la pesadilla de las licencias … ). Y no digamos la de profesionales (el chef ejecutivo, el equipo de cocina, el interiorista, el diseñador de la marca, el equipo de sala, los proveedores…). Diseñar un concepto gastronómico de éxito no es moco de pavo. Si, además, te contamos que en la fase de diseño es en la que se cometen la mayoría de los errores irreversibles que terminan llevando a los locales a cerrar seguro que no ayudamos a rebajar la tensión. Que no cunda el pánico. En eat&love studio llevamos muchos años ayudando a gastro emprendedores como tú a abrir restaurantes que enamoran. Te damos algunas  pistas para que evites algunos errores típicos y te lances a la aventura de diseñar tu restaurante soñado con éxito. Bon appétit!

*El concepto gastro: el sofrito sin el que nada funciona.

Si quieres diseñar un restaurante de éxito párate, respira y responde a estas preguntas existenciales básicas: ¿Por qué va a ser tu restaurante memorable? ¿Qué lo hará absolutamente único respecto a su competencia? Te lo chivamos: el concepto gastro-creativo. El concepto es el sofrito de tu proyecto. La base que le da gusto a todo el plato y sin la que nada funciona. Busca inspiración (¿qué conceptos están abriendo en España? ¿Y en Nueva York?), investiga el mercado en busca de un nicho en el que competir (ej: pizzerías hay miles, ¿pero pizzerías napolitanas?) y define un concepto único: en nuestro estudio dedicamos la primera fase de nuestro proceso de trabajo a hacerlo. Invertir tiempo en esta parte es fundamental para asentar las bases estratégicas de tu marca y diseñar un restaurante que enamore.

*Primero, la marca. Después el interiorismo del restaurante.

Sabemos que tienes prisa. Pero respira. ¿Tu marca aún no existe y tú ya quieres ponerte a pintar paredes? Primero la identidad (marca), después a ponerla rebonica (interiorismo). La marca orienta todo el trabajo de interiorismo (concepto creativo, estilo, colores, texturas) y lo alínea con una voz y un relato trabajado estratégicamente para enamorar a tu target (el público al que vas a orientar tu restaurante -ya sabes que no vale decir ‘a todo el mundo’, ¿no?-). Sin este trabajo previo el interiorista trabajará sin una dirección e irá dando palos de ciego. Seguro que el resultado quedará precioso, ¿pero tendrá sentido?

*Una marca no es un logo cuqui.

Para que una local (llámalo restaurante, llámalo heladería, lo mismo da) funcione es súper importante mandar un mensaje unificado y coherente. Y para que eso pase es fundamental que todos los profesionales que trabajan para darle vida lo hagan con una dirección clara. La marca es la brújula que orienta todas las decisiones en un proyecto gastronómico. ¿Cómo deberían vestir los camareros?: consulta la marca. ¿Debería meter en carta este plato o no pega ni con cola?: consulta la marca. ¿De qué color le digo al interiorista que pinte las paredes?: consulta la marca. ¿Qué pone el equipo de comunicación en la nota de prensa?: consulta la marca. ¿Trato a los clientes de usted o les tuteo?: consulta la marca. ¿Qué lista de música pongo?: consulta la marca. Y así, hasta el inifinito. A estas alturas empezarás a entender por qué una marca no es un logo cuqui: es identidad y es relato. Es una historia que toca la patata y que conecta emocionalmente. Y ojo, no una historia al tuntún: una elegida estratégicamente para comunicar la propuesta de valor de tu restaurante y conectar con su target emocionalmente. Ahí es nada.

*Pon una consultora gastronómica en tu vida (te ahorrará dolores de cabeza, pifias estrepitosas, tiempo y muchos, muchos euros).

Eres disfrutón, has comido en decenas, cientos de restaurantes. Los has auditado al milímetro en tu cabeza y estás convencido de que podrías hacerlo igual o mejor. Tenemos un jarro de agua fría que tirarte: no es tan sencillo. Una cosa es que te guste comer. Y otra que sepas cómo abrir un restaurante (sin arruinarte en el intento). No nos vamos a andar con chiquitas: si eres novato en el sector, vas a sudar la gota gorda para abrir tu restaurante. ¿Nuestro consejo? Busca un consultor gastronómico. Te ayudará a elegir el local adecuado (¿tiene las licencias que necesitas? ¿está en la zona más adecuada para tu concepto? ¿la cocina se ajusta a tus necesidades? ¿es posible diseñar una operativa funcional en el espacio que hay?); a solicitar préstamos y ayudas; a diseñar la operativa de sala y cocina; a montar un equipo, a seleccionar proveedores y diseñar una carta viable y rentable, entre otras muchas cosas. Nosotros trabajamos mano a mano con Culinario Studio.

Y hasta aquí hemos llegado. Puedes seguir nuestros consejos o puedes quitarte de rollos y dolores de cabeza y whatsappearnos. Llevamos más de seis años diseñando restaurantes en Madrid, Valencia e internacionalmente: nos encargamos de todo de principio a fin. ¿Parlamos?